lunes, 14 de marzo de 2011

Rugby y marketing (por Alejo Lucio)

“En español, marketing suele traducirse como mercadotecnia o mercadeo. Por otra parte, la palabra marketing está reconocida por el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española); aunque se admite el uso del anglicismo, la Real Academia Española (RAE) recomienda usar con preferencia la voz española mercadotecnia. La adaptación gráfica de marketing propuesta por la RAE es márquetin.
El marketing involucra estrategias de mercado, de ventas, estudio de mercado, posicionamiento de mercado, etc. Frecuentemente se confunde este término con el de publicidad, siendo que esta última sólo una herramienta de la mercadotecnia”.
Esto dice la enciclopedia Wikipedia, pero si quieren un claro ejemplo de lo que es el marketing hay que fijarse y prestar atención en uno de los equipos más populares del rugby, el Stade Françes de Francia. ¿Cómo es eso? Su presidente Max Guazzini, que además de administrar el club es empresario, tuvo la ingeniosa estrategia de intentar implementar una nueva tendencia que sin lugar a dudas causo un gran impacto, no solo en los seguidores del Stade, sino que también en los amantes del buen rugby y los amantes de la moda.
La “movida” marketinera consistió en una vestimenta particular, sobre todo para el jugador de rugby. Uno se imagina al típico jugador de este deporte donde el contacto es fundamental y no lo piensa jugando con una camiseta color rosa… Pero bueno, no todos tenemos la visión de Max.
¿Cuándo comienza la “revolución” comercial? En los 90, cuando llega a la presidencia Guazzini. Empieza a darle su toque de distinción al equipo parisino. Puso cheerladers, más conocidas como porristas y cada vez que salía el equipo al campo de juego sonaban por los parlantes canciones de rock.
Cuando el club estaba en tercera división el máximo mandatario, decide nombrar como madrina nada más ni nada más que a ¡Madonna!
Como se pueden imaginar a esa altura era una gran atracción mediática, pero como si fuera poco sus players, comienzan a lucir en los juegos una rara vestimenta. Con colores y diseños llamativos, con flores y rostros de mujeres. Nunca visto para este tipo de deporte, hasta ese momento. Obviamente marcó una tendencia. En la actualidad más allá de los logros deportivos el equipo parisino es mundialmente conocido por sus excéntricos uniformes.
No solo se cambio las camisetas, que se rediseñan muy seguido, sino que cada uno de sus jugadores posa por iniciativa de su presidente y casi de manera obligada, en calendarios donde se los encuentra con muy poca ropa.
Toda esta clase de cosas atrajo a más público, es más, el equipo hace de local en el estadio Stade de France situado en la capital del país galo, donde entran 80.000 personas lo cual está a las claras que las estrategias de marketing del hábil empresario dieron muy buenos frutos convirtiendo al club en un campeón comercial.


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