lunes, 14 de marzo de 2011

El marketing en el automovilismo nacional (por Jonatan Crespo)

El automovilismo nacional tiene gran relevancia en el país. Es un espectáculo que abarca todo tipo de público y tanto es así que permite vincular a las empresas, con una amplia aparición de consumidores. A diferencia de otros deportes el evento abarca tres días: los viernes son los días en los que los pilotos hacen las pruebas de los vehículos; sábado es el día de la clasificación en donde todos los corredores salen a las pistas para poder hacer el mejor tiempo posible; y el domingo el día más esperado por todos.
La cobertura concentra a todo tipo de medios deportivos de los principales diarios del todo el país, además garantiza valiosos minutos en televisión abierta.
Durante todo el campeonato, las ciudades en donde se disputa las competencias reciben a miles de fanáticos, la asistencia promedio es de unos 50.000 espectadores, con picos de 65.000 asistentes por carrera.
El compromiso que ha adoptado el público con los pilotos y sus autos son valores que se trasladan directamente a las marcas que participan de dicho espectáculo.
Las promotoras y la distribución de propagandas de las compañías en las carreras, refuerza la presencia de la marca en los autódromos y en los medios que cubre el propio evento.
El rating que da cada una de las competencias, así como por los diferentes programas que la trasmiten, en los últimos años se ha convertido en uno de los mayores incentivos para que decenas de compañías hayan optado por auspiciar o promocionar las carreras. Sin embargo muchos dicen que el automovilismo nacional no sería lo que es sin la publicidad; seguramente podría verse un tipo de espectáculo muy distinto del que se ve hoy día, con menor cobertura mediática, y unos contratos de mucho menos dinero.
La publicidad que domina el automovilismo nacional mueve cantidades muy grandes de dinero y, por eso mismo, sus tácticas para lograr un mejor rendimiento del dinero invertido en un equipo, un coche de carrera a simple vista está divido en partes para poder colocar las publicidades. Así, el alerón trasero, los laterales, el capot delantero y por lo general el techo del vehículo son utilizados para poder colocar allí las propagandas que por lo general son las máss visibles, y por ende las más caras.
Aunque existen otras zonas del vehículo que incorporan publicidad de menor costo, pero igualmente importante para el mantenimiento del equipo, como es el caso de los retrovisores que agregan pequeñas firmas o logos.
Calcular el precio aproximado de estas publicidades es casi imposible ya que muchas veces se trata de la marca de los neumáticos, de los lubricantes o de los repuestos del motor.
Aunque la mayoría de los equipos tienen normalmente el respaldo de un fabricante automovilístico o una gran firma comercial. Esto supone buscar a un patrocinador con mayor poder económico. Igualmente no hay que dejar de lado los negocios con la televisión, también se organizan en torno a la publicidad emitida durante la carrera. La televisión no es solo un servicio que se ofrece, también un medio para la promoción de los equipos y firmas comerciales
El marketing es una gran influencia hoy día en el automovilismo, con el paso del tiempo seguro las publicidades y los negocios con la televisión serán cada vez más costosos.


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